La historia detrás del diseño de la camiseta argentina del 86

Bilardo, director técnico de la Selección Argentina que jugó el Mundial del 86, acordó con Le Coq Sportif el diseño de una remera lo más liviana posible para el Mundial, previendo las condiciones climáticas de México. La tecnología elegida fue la Air-Tech, con pequeños agujeros sobre toda la prenda. Por algún motivo, la marca de ropa deportiva no aplicó la misma tecnología para la camiseta sustituta y cuando Argentina se enteró de que jugaba la final con Inglaterra, eso se convirtió en un problema.

Conseguir en 72 horas una camiseta con las características que se requerían no era tarea fácil. Patricio D’Onofrio, el representante de Le Coq Sportif en México, directamente afirmó que era algo imposible. Frente a la negativa, el gerente administrativo de la AFA, Moschella, tuvo que salir a buscar casas de deportes para intentar encontrar remeras azules con el logo de la marca.

Fue difícil, solo encontró dos, ninguna con la tecnología deseada. Las llevó a la concentración y se abrió el debate, que duró hasta que Maradona se acercó y eligió una, afirmando que con esa ganarían la copa. No importó que el azul no fuera el mismo o que tuviera bastones. El escudo fue bocetado en el momento por un diseñador del club y cosido por las bordadoras del América. Los números de las camisetas, esta vez plateados en lugar de blancos, eran de fútbol americano.

La camiseta de Maradona, goleador del partido, quedó, tras un intercambio, en manos del volante inglés Steve Hodge y fue cotizada en Gran Bretaña en 350 mil dólares. Hoy se encuentra en el nuevo Museo Nacional de Fútbol de Manchester.