Es imposible pasar por alto la estructura sinuosa y curva situada en el distrito 16 de París, que tiene el rumbo de un barco construido de vidrio. Este edificio es la Fondation Louis Vuitton; el museo y centro cultural diseñado por el hacedor de formas más grande de la arquitectura moderna, Frank Gehry, el premiado diseñador de Pritzker cuyos edificios le han valido el estatus de un nombre familiar. En este retrato sincero tanto del arquitecto como del edificio que ha creado, el cineasta Emile Rafael deja que el hombre y una de sus estructuras más singulares hablen por sí mismos. Montado con velas de vidrio arqueadas, el edificio, cuyo concepto inicial era el de un pez, se representa desde sus más pequeños detalles hasta su envoltura externa brillante. Al parecer navegar en los prados del Bois de Boulogne, la Fondation se revela como un edificio en movimiento, continuamente deslizándose y fluyendo como la criatura en la que se basa. Dibuja paralelos con los otros grandes monumentos de Gehry a la cultura; el Museo de Bilbao, el Guggenheim y el Walt Disney Concert Hall, donde las formas emocionantes elevan las obras de arte que albergan y contienen.

Hablando sobre su retrato meditativo de la gran forma cambiante de la arquitectura moderna, Rafael explica: “La presencia y energía de Gehry fue suficiente para llenar todo el edificio. Hablamos extensamente sobre su amor por el arte en todas sus formas, incluyendo cómo es la arquitectura a menudo pasado por alto como una forma de arte en sí misma. Con la película, mi trabajo era tratar de capturar lo que habíamos hablado visualmente: filmar el edificio con la misma poesía y sentido de movimiento y expresión que Gehry había descrito y por lo tanto aspiraba a diseñando “.